El programa México, Cultura para la Armonía ofrecerá cobertura nacional




A tres años de haber iniciado su operación, el programa México, Cultura para la Armonía, conformado como una herramienta de trasformación social y de desarrollo comunitario para zonas vulnerables, se ha consolidado como una estrategia nacional permanente y alcanzará cobertura en todo el país.

El programa México, Cultura para la Armonía forma parte de las acciones estratégicas de la políticas de Estado para dar dimensión social a la cultura, tareas emprendidas por la Secretaría de Cultura, a cargo de su titular, Rafael Tovar y de Teresa.

En entrevista, Alejandra Frausto, directora general de Culturas Populares, instancia encargada de coordinar y operar el programa México, Cultura para la Armonía, destacó que ahora se tendrá acceso a recursos del Programa Subsidio Piso de la Secretaría de Cultura, con lo que pasará de tener presencia en 16 estados a abarcar las 31 entidades de la república Mexicana.

La titular de Culturas Populares precisó que además de llevar actividades culturales a las comunidades para la recuperación de los espacios públicos, se busca que los asistentes “se conviertan en los protagonistas de estas historias y se tome el arte como una herramienta propia de desarrollo para niños y jóvenes”.

A las comunidades, refirió Alejandra Frausto, se llega desde su riqueza cultural y no desde sus carencias, por lo cual se escucha cuáles son sus intereses hacia ciertas disciplinas y se analiza la disponibilidad de instructores capacitados y con compromiso para el trabajo comunitario, a fin de crear agrupaciones colectivas musicales, de teatro, fotografía y cine, entre otras ramas artísticas.

Estos colectivos operan en la misma comunidad bajo los principios de proximidad, gratuidad y permanencia. Actualmente existen más de 150 agrupaciones musicales, entre coros, orquestas, ensambles y bandas, donde son atendidos más de 11 mil niños y jóvenes.

A partir de recursos del Programa Subsidio Piso se han creado 62 colectivos más en teatro, coro y fotografía, con lo que se espera terminar este año con cerca de 20 mil jóvenes atendidos de manera permanente, con base también en un convenio con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para trabajar en las zonas de mayor marginación.

El programa México, Cultura para la Armonía atendió de manera especial a los estados de Michoacán y Guerrero, pero ahora llega a diversos rincones del país, ya que, por ejemplo, en Tenancingo, Tlaxcala, se encuentra un colectivo de artes escénicas que se ha convertido en un proyecto de identidad de la comunidad, en un lugar donde nunca había existido una iniciativa cultural.

En Tijuana, Baja California, se instaló un espacio que, conocido como La Techumbre, atiende a migrantes deportados. Ahí se presentó la cinta La jaula de oro y se trabajó en la creación del libro de crónicas Nadie me sabe dar razón. Memoria y migración.

En Tamaulipas existen colectivos de cine y de radio, en Zozocolco, Veracruz, y Tepalcatepec, Michoacán, existen ensambles de música huasteca y arpa grande, respectivamente, con más de 90 integrantes en cada uno, mientras que en Tlaxcala hay un colectivo de niñas fotógrafas cuyo trabajo ya cruzó las fronteras, pues fue expuesto en la Universidad de Harvard y en Nueva York.

Como parte de la atención estos colectivos comunitarios, artistas de talla internacional, como Alondra de la Parra, Arturo Márquez y Regina Orozco, han participado en residencias artísticas para ayudar a sus integrantes a perfeccionar su técnica, pero también han generado nuevos parámetros y se han vuelto figuras aspiracionales.

Lo importante de estos colectivos, aseguró Alejandra Frausto, es que “los niños están reconociéndose como artistas. Esto es el logro más importante, independientemente de su cotidianidad, de lo que vivan; tienen en el arte, que está a su disposición, una posibilidad de desarrollo”.

La directora general de Culturas Populares señaló que estos niños y jóvenes que ya son artistas necesitan apoyos adicionales, como becas para que continúen la preparación en su disciplina, por lo cual se requieren puentes con instituciones privadas y fundaciones, a fin de garantizar que este “mundo de talentos” tenga una salida profesional, lo cual ya se logró con 50 jóvenes que están becados en el Conservatorio de las Rosas, en Morelia, Michoacán, donde se convertirán en músicos profesionales.

A tres años de México, Cultura para la Armonía, se buscará que exista por lo menos un colectivo de teatro en todos los estados del país y está por abrir uno en la Casa Xochiquetzal, en La Merced, donde se atenderá a mujeres de la tercera edad y sexoservidoras en retiro, cuyo colectivo de teatro será con enfoque de cabaret.

Asimismo, se mostrará lo que se hace en todo el país dentro de este programa, a fin de que la generación de artistas surgida a raíz de Cultura para la Armonía no se quede en el ámbito comunitario, sino que tenga visibilidad y presencia en la vida cultural de México.

Por ello, La Techumbre, espacio diseñado por Emiliano Godoy, que ya opera en Tijuana, Tapachula e Iguala, será exhibida en la Alameda Central, del 19 al 23 de octubre, en el Abierto Mexicano de Diseño y las agrupaciones musicales más consolidadas se presentarán en festivales, así como en la próxima edición de la Feria de las Calacas, organizada por Alas y Raíces en noviembre próximo en el Centro Nacional de las Artes.

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