Del 26 de octubre al 2 de noviembre tiene lugar, en los pueblos de la Delegación Azcapotzalco, la primera edición del Festival Cultural Tras las Huellas de Malinalli, en el que se escenifica Malinalli, la otra Llorona, la cual alude al origen de la leyenda de La Llorona en el Valle de México y su simbología como parte de las tradiciones del Día de Muertos.
El 2 de noviembre, a las 20:00 horas, se presentará en el atrio de la iglesia de Santa María Malinalco el monólogo Malinalli, la otra Llorona, una fábula que deriva de la investigación del arqueólogo José Antonio Urdapilleta. Se trata de una narración caracterizada por una actriz sobre las diversas leyendas en torno a La Llorona.
Marcos Cázares Valdez, coordinador del Consejo Delegacional de Pueblos y Barrios Originarios de Azcapotzalco y organizador desde hace siete años de la presentación deMalinalli, la otra Llorona, expresó que el Festival Cultural Tras las Huellas de Malinalli se realiza en los 34 pueblos y barrios originarios de esta demarcación, donde las tradiciones se conjugan con la actividad cultural.
La celebración inició este miércoles 26 de octubre en San Mateo Xaltelolco, y continuará este viernes 28 en Santa María Malinalco; después, el día 29, será en San Pedro Xalpa, Santa Catarina Atzacoalco y San Miguel Amantla.
El 30 de octubre, la presentación se hará en los pueblos de Santiago Ahuizotla, San Bernabé Acolnáhuac y Villa Azcapotzalco; el 31 de octubre estará en San Juan Tlihuaca y el 1 de noviembre llegará a Santa Lucia Tomatlán.
Los festejos culminan el 2 de noviembre en Santa María Malinalco con la puesta en escena de Malinalli, la otra Llorona, que es una narración sobre las diferentes versiones de la leyenda de La Lloronas que hay en el Valle de México, refirió Marcos Cázares Valdez.
Malinalli fue hermana de Huitzilopochtli y fundadora del pueblo que hoy lleva su nombre, Santa María Malinalco.
Las tradiciones se mantienen con mayor fuerza en cuatro de los 34 pueblos originarios, entre ellos San Pedro Xalpa, San Juan Tlihuaca, San Andrés de las Salinas y Xochináhuac, donde se conserva la práctica de oficiar una misa en los panteones comunitarios para abrir los festejos de Día de Muertos, agregó.
El festejo no se vive como un luto, “en San Pedro Xalpa al concluir la misa en el panteón se hace un festejo entre la comunidad y comparten aperitivos; en el caso de San Juan Tlilhuaca, persiste la tradición de los animeros, que son un grupo de personas dedicadas a recoger las ánimas, se lleva a cabo el 1 de noviembre, al tiempo que recolectan dulces, pan de muerto y flores para la ofrenda del panteón”.
En los panteones comunitarios de San Pedro Xalpa y San Juan Tlihuaca persiste la tradición de destinar un espacio físico para el entierro de los adultos y otro se reserva para los niños de la comunidad.
En forma paralela a la presentación de La otra Llorona, se realizan talleres para la elaboración de globos de cantoya, calaveras en verso, calaveras de cartón, talleres de títeres con la temática de la mitología mexica, cuentacuentos y narraciones para niños.
Asimismo se prepara un ciclo con la proyección de cintas cuyo rodaje sucedió en escenarios naturales de Azcapotzalco, entre ellas Allá en el Rancho grande, con Jorge Negrete, película rodada en la Iglesia del Pueblo de Nextengo; En el último trago, que se filmó en el panteón de Santa Lucía Tomatlán y será proyectada el 1 de noviembre dentro de las instalaciones del mismo panteón; La leyenda de La Nahuala, así como El libro de la vida, de Guillermo del Toro.
Los festejos en Azcapotzalco se organizan con aportaciones voluntarias de la comunidad, en colaboración con asociaciones de promoción y difusión cultural, “la logística y publicidad corre por cuenta de los pueblos originarios”, concluyó Marcos Cázares Valdez.
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