La colección Periodismo Cultural convoca a la reflexión del oficio a propósito de la publicación del título número 70


Creada por Rafael Tovar y de Teresa, en 1993 durante su primera gestión como presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), para publicar los primeros seis títulos al año siguiente, la colección Periodismo Cultural de la Secretaría de Cultura rescata -en 70 volúmenes publicados- acontecimientos ocurridos a lo largo de 35 años en la vida artística y cultural de nuestro país.

A propósito de la publicación del más reciente de sus títulos, la Sala de Prensa de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara fue el marco para reunir a Ariel González, autor de Breviario de correrías; Pablo Espinosa, creador de Sala de Redacción (2016) y No por mucho madrugar se redacta más temprano (1994), y a la también periodista cultural Carolina López Hidalgo, para abordar las posibilidades del oficio y de la propia colección editorial y compartir sus puntos de vista con los reporteros que dan cobertura a esta fiesta editorial.

En esta actividad el editor de Cultura de Milenio Diario, Ariel González, mencionó que este proyecto representa uno de los mayores aciertos en términos editoriales de la Secretaría de Cultura, ya que es una manera de reconocer y dar voz a la labor periodística que se desarrolla día a día en distintos medios, debido a los diversos esfuerzos que realizan los periodistas para abordar enfoques, áreas de oportunidad y formas de desarrollo del oficio, entre los que mencionó coloquios, seminarios y encuentros.

“Cada vez más, por fortuna, ya es del reconocimiento de todos que hacemos o participamos de distintos géneros literarios, no quiero decir con esto que toda nota lo sea. Hemos explorado en muchos espacios dedicados al tema del periodismo cultural. Debemos considerar que nuestra labor debe inscribirse en el panorama literario, en el panorama de la realización de un género o de diversos géneros, que tienen esa calidad, que alcanzan ese nivel.”

“La colección al reunir los trabajos de muchos de nuestros compañeros les da esa proyección que de otro modo no tendrían y justo por eso mi primer comentario es que ha sido muy atinado que se prosiga con esta colección, que se mantenga, que lleguemos al número 70 y podamos disfrutar también del intercambio con ustedes para ver exactamente qué otra cosa nos puede ofrecer un ámbito editorial como el que ha abierto esta colección, la cual da la oportunidad de reunir en un sólo lugar el trabajo de un género que apenas está siendo descubierto como especialidad en las escuelas, que además sirve de proyección para dar a conocer el trabajo de bastantes periodistas culturales que muchas veces no tienen la oportunidad de compartir e igualmente son útiles para el estudiante que se quiere formar en el periodismo cultural”, afirmó González.

En su intervención, Carolina López Hidalgo, reportera del Instituto Mexicano de la Radio (Imer) para su programación cultural, mencionó que “Este programa nos ayuda sobre todo a abundar en espacios donde luego no se nos permite llegar. Por ejemplo, Verónica Flores, que a partir de una serie de entrevistas que le realiza a Eduardo Mata se da cuenta que hay material para todo un libro. De ahí sale esa idea, surge el libro Eduardo Mata a varias voces. Al igual que los textos de otros periodistas de a pie que van trabajando y se dan cuenta que el material que van reuniendo está completo y se presenta como una oportunidad”.

En complemento a lo expresado por Ariel González, Carolina López externó que “se ha estado reflexionando porque en el periodismo cultural debemos trabajar más, unirnos más”. Refirió el trabajo realizado por Leticia Sánchez, quien en los títulos Voces del Cervantino y Testigos del Cervantino, “reunió todas las experiencias, el sentir del periodista, los momentos únicos. Poderlo tener en un libro donde se reúne la memoria resulta valioso”.

En su oportunidad, Pablo Espinosa, responsable de la sección Cultura del diario La Jornada, coincidió con López Hidalgo en que “Verónica Flores le da al blanco y desarrolla la idea”; señaló también que “somos un país sin memoria y eso es atroz, nosotros los periodistas -ustedes lo saben- vivimos de la paradoja, que consiste en que apresamos, asimos y hacemos algo que está destinado a morir, es decir la noticia es efímera, pero es una paradoja porque no hay tal. El libro de Verónica Flores es una aportación muy importante a la cultura musical de México, a la cultura general de la historia del país y la memoria es algo fundamental para toda cultura.

“Efectivamente, esta colección es una invitación para ustedes nuestros colegas para percatarnos, no sólo de nuestra responsabilidad, sino de que es posible aventurar nuevos caminos. Cuando publiqué este ‘bebesaurio’ de color y amarillo (refiriéndose a No por mucho madrugar se redacta más temprano) hace 22 años, solía decir en tono de broma que era un manual de ‘cómo no hacer las cosas en periodismo’, hoy no puedo decir eso porque este libro (Sala de Redacción) es una apuesta y es una propuesta con el que comparto nuevas formas de periodismo. Me refiero a que el territorio en el que estamos es inagotable, las maneras en que podemos contar historias son interminables y somos unos privilegiados quienes practicamos y cultivamos el periodismo cultural”.

Espinosa señaló que un periodista cultural prácticamente nunca va a dar notas feas o noticias malas, aun cuando de notas necrológicas, ya que estas dan la oportunidad de despedir con dignidad y decoro a los creadores o ejecutantes mediante los obituarios, por ejemplo.

Además, invitó a los asistentes a que “practiquemos y llevemos nuestro oficio a los muchos terrenos existentes del periodismo cultural, que es territorio virgen”, además rememoró a los abuelos del periodismo cultural: Justo Sierra e Ignacio Manuel Altamirano.

Sobre la mesa también se opinó que los títulos resultan de interés para el público en general, muy útiles como material de consulta, libros de texto para estudiantes de comunicación y periodismo e incluso de quienes se desarrollan en las diversas disciplinas artísticas y culturales que se abordan en los 70 títulos de la colección Periodismo Cultural.

Pablo Espinosa externó que la colección es una bibliografía fundamental, básica, en la que destaca el título Periodismo de emergencia, de Vicente Leñero, que, aunque no se encuentra entre nosotros, nos deja un importante legado en este libro que se distingue por las crónicas; “me congratulo de esta iniciativa de Rafael Tovar y de Teresa que la hizo nacer hace 23 años y que continúa una nueva etapa”.

Los participantes coincidieron en lo valioso de rescatar los trabajos más representativos que realizan los periodistas de radio y televisión, en cuanto a cultura se refiere y que, a propósito de la época cibernética y de medios que se viven, es el momento de hacerlo con miras al futuro.

“Sería una oportunidad para reconocer el gran trabajo de los reporteros de esos medios e incluso en aquellos ubicados en la web y que son materiales que no precisamente se publican en medios impresos”, concluyó el autor del título número 70 de esta colección: Sala de Redacción.

Los títulos de Periodismo Cultural, que tienen costos desde 14 a 270 pesos, están a la venta en la Red Nacional de Librerías Educal, a través de sus sitios Web y en tiendas ubicadas en todo el país.

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