Con el fin de celebrar el centenario de la Constitución Mexicana, el programa de conferencias organizado por la Cineteca Nacional en colaboración con el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), continúo la tarde de este miércoles 1 de marzo.
El ciclo La Revolución y la Constitución en el Cine tiene como objetivo dar a conocer esta importante época de la historia de nuestro país y de su memoria fílmica mediante la participación de especialistas en el tema.
En esta ocasión, se proyectó la película El principio (1973), de Gonzalo Martínez Ortega, la cual contó con los comentarios de la doctora Gloria Villegas.
En la trama de la cinta, David, hijo de un político mexicano, decide regresar de Europa, justo durante la Revolución Mexicana cuando las fuerzas de Pancho Villa han tomado su pueblo natal, en Chihuahua.
Esto lo lleva a reflexionar y recordar las razones por las que decide unirse junto a su mayordomo a la Revolución, y evocará pasajes de la violenta realidad que provocó su tragedia familiar a principios de siglo.
Influido por el cine épico de los vanguardistas soviéticos, Gonzalo Martínez Ortega (Longitud de guerra, 1976) filmó esta ópera prima en locaciones del estado de Chihuahua, con la que obtuvo el Ariel de Oro en 1974.
Se trata de una historia que narra el abuso y el cacicazgo de principios del siglo XX y se relaciona directamente con lo que sucedía en México en esos tiempos.
De acuerdo con la historiadora Gloria Villegas, la película está ubicada en marzo de 1914, cuando Victoriano Huerta estaba en la presidencia, en una época en que el país se encontraba en una crisis económica tremenda, dividido y con confrontaciones con distintos grupos.
“Buena parte de la trama se ubica en el momento del surgimiento de los grupos magonistas, de las huelgas obreras, del descontento de trabajadores y campesinos, y se menciona la participación de los maestros y periodistas”.
Consideró que el cineasta logró tipificar muy bien los diferentes grupos sociales, al mostrar a los ricos del pueblo y hacer evidentes las razones del descontento social.
“Todo esto transcurre alrededor de una fábrica de hilados y tejidos, fenómeno que se dio en todo el país. Los hacendados transitaron hacia el desarrollo de estas industrias incipientes. La película tiene muchas sugerencias de enorme interés”.
Para la doctora Villegas otro aspecto a destacar de la cinta es la figura de la mujer como una presencia importante que rompe con el estereotipo de presentar sólo a la soldadera.
“En los años 70 los estudios de género no se daban, pero ahora hay diversos estudios sobre las mujeres y su papel en la Revolución Mexicana”.
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