Niños y niñas viven un lunes dancístico con el Festival ¡Todos a jugar y a danzar!



Con el objetivo de que los niños y niñas disfruten su derecho al juego y a la recreación, en el Centro Nacional de las Artesse realizó el Festival ¡Todos a jugar y a danzar!, que celebró a los infantes y a la danza con una variada programación.

En los diferentes espacios del recinto artístico de la Secretaría de Cultura, este 1 de mayo familias completas pudieron disfrutar en un horario de las 10:00 a las 20:00 horas de espectáculos dancísticos de ballet, folklórica, flamenco, contemporánea, break dance, aérea, clown, urbana, entre otros géneros.

Bailes característicos indios se apreciaron en el Auditorio Blas Galindo con un programa especial para niños de corazón de la puesta Danza de la tierra de los elefantes de la compañía Mohiniyattam Parichaaya, proyecto mexicano fundado en 2005 que busca el público se acerque a la danza clásica de la India.

Los movimientos elegantes, delicados, redondeados y fluidos de la bailarina Abril Gandhi robó las miradas y aplausos de la audiencia, tanto de los niños que imitaban sus movimientos como de los jóvenes y adultos que disfrutaron de un repertorio poco usual de observar.

La bailarina, primera extranjera graduada del estado de Kerala, en Kalamandalam Deemed University of Performing Arts, estuvo acompañada por la cantante Cloe Varagnolo, Ixchel Mosqueda, en la ejecución del violín carnático, Jerónimo Zoe en el nattuvangam, y Cristina Estrada quien fungió como narradora.

Estrada explicó que el ensamble Mohiniyattam Parichaaya es un proyecto mexicano cuyos participantes se esfuerzan por estudiar, investigar y mostrar lo más fielmente posible la danza tradicional hindú. 

La presentación se integró de piezas antiguas y contemporáneas en formato tradicional, traduciéndose en un solo de danza acompañado por una orquesta en vivo. Destacó el Kerala, baile que culmina con la expresión del rostro, los ojos y las manos de la bailarina.

En la presentación se explicó previo a cada coreografía una historia o leyenda, como la del elíxir de la inmortalidad o la de Ganesh el Dios elefante, para luego escuchar los sonidos de los instrumentos y las figuras de la bailarina Abril Gandhi trasladando a los presentes al continente asiático.

Con este evento el público se acercó a historias lejanas, escuchó el sonido de instrumentos con los que no está familiarizado, conoció un canto tradicional, y vio de cerca la vestimenta tradicional. 

En otros de los espacios, el Teatro Salvador Novo, se invitó a las audiencias a que reflexionaran sobre la vida y la muerte con la puesta en el género de butoh Il Corpo. Dueto de bailarina y cuerpo muerto, coreografía de Edwin Salas interpretada por la compañía Butoh Chilango de Tania Galindo.

Con la intención de averiguar o descubrir cuánta vida puede albergar un cuerpo muerto y cuanto vacío un cuerpo vivo, la pieza consistió en una serie de movimientos corporales, algunos dinámicos y otros pausados de una bailarina solitaria, quien se encuentra con un cadáver de tres metros (una marioneta).

Acompañada por la música en vivo de un cello-jarana-caracol, la interprete juega con partes del cuerpo, un brazo, las piernas, y la cabeza, llevando a los presentes a cuestionarse cuál es el verdadero límite: ¿la piel, la muerte, la marioneta o el cuerpo muerto?, planteando que la muerte no se traduce de inmediato en un fin.

Porque la danza es uno de los rostros del arte que ha acompañado a los seres humanos como un medio de expresión y se ha convertido en tradiciones de los pueblos de todos los continentes, este año el Festival ¡Todos a jugar! tuvo a esta disciplina como tema principal.

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