Las semblanzas rigurosamente documentadas de 12 mujeres que desde diversas trincheras lucharon por la igualdad y la dignificación de la mujer forman parte del volumen De armas tomar. Feministas y luchadoras sociales de la Revolución Mexicana, del abogado y economista Ángel Gilberto Adame, que se presentó al mediodía de este domingo 11 de junio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
En el acto participaron el autor, la periodista Karla Iberia Sánchez y la filósofa y escritora Mariana Pedroza, con la moderación del poeta y editor César Ramos Arístides, además de que se proyectó un mensaje en video de la escritora Elena Poniatowska.
El libro explora las historias de Palma Guillén, Clementina Batalla, María Arias Bernal, Hermila Galindo, Tina Modotti, Adelaida Argüelles, Matilde Montoya, Juana B. Gutiérrez, María del Pilar Moreno Díaz, Mimí Derba, Eulalia Guzmán y Concepción Mendizábal.
Se trata de “feministas” (cuando esta postura ideológica era muy poco conocida en nuestro país), que se enfrentaron al desprecio de la sociedad, actuaron ante la indiferencia de las autoridades, editaron sus periódicos para cuestionar las injusticias, lideraron grupos de estudiantes o se dedicaron a la academia y a la investigación científica.
“Son semblanzas que aspiran a fortalecer el reconocimiento de la influencia femenina en la historia nacional. Este mosaico, amén de representativo, pretende explorar las circunstancias contingentes que permitieron a estas mujeres desafiar la relaciones jerárquicas en un país que lamentablemente se ufana de su machismo”, expresó Ángel Gilberto Adame.
Destacó que las hemerotecas y los archivos marcaron las pautas a seguir para esbozar con la mayor veracidad posible las biografías de las mujeres que aparecen en el libro.
“Este proyecto deriva de uno anterior en el que trabajé tres años, la biografía Intelectual de Jesús Moreno Baca, cuando advertí que apenas había unos cuantos nombres de mujer en los inmensos listados de estudiantes de la época, entre ellos había uno que llamó mi atención: el de Clementina Batalla.
“Descubrí que además de su brillantez académica y genialidad con que se desenvolvía, era una estupenda narradora. Desde entonces orienté mis esfuerzos a documentar la participación femenil en los ámbitos académicos y en esa búsqueda, mi investigación se fue hacia otras esferas y seguí encontrándome con mujeres trascendentales para la conformación de nuestra nación”.
La escritora Elena Poniatowska celebró la publicación, pues, dijo, las mujeres en general son las grandes olvidadas de la historia.
“A las soldaderas se les llamaba galletas de Capitán, colchón de tripas de soldados y se decía que seguían a la tropa simplemente porque no se hablaba de ellas elogiosamente.
“Sin soldaderas no hay Revolución Mexicana porque los soldados hubieran desertado. Ellas cargaban el Mausser cuando moría su soldado; disparaban, se subían al caballo o tenían a los hijos en la trinchera. Es importante que las mujeres crean en sí mismas, que crean que son como estas mujeres que vinieron antes”, aseguró la autora Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes.
Por su parte, la escritora Mariana Pedroza, quien realizó el prólogo, señaló que el libro tiene mucho valor al retomar el lugar de las mujeres.
“Se normaliza desde la educación básica creer que la historia estuvo en manos de hombres, pero la realidad es que un movimiento revolucionario se sostiene de diferentes elementos donde las mujeres tuvieron un lugar fundamental”.
La periodista Karla Iberia Sánchez consideró que “estamos ante un libro que permite la apreciación histórica de la mujer durante los años de la Revolución Mexicana.
“Necesitamos tanto aire fresco de estas pensadoras y ese es el aire fresco que el autor nos regala. Deshiló delicadamente y con enorme respeto las vidas de 12 mujeres del mundo que necesitamos conocer”.
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