Este viernes 2 de febrero la Biblioteca Vasconcelos albergó la sesión 3 del Simposio Internacional Historieta, Manga y Cultura Popular: México y Japón a través de la Cultura Popular Contemporánea.
La charla llevó el título de “La historieta mexicana y el manga japonés” y en ella participaron los expertos Armando Bartra, Irvin Emilio Calderón García y Rubén Eduardo Soto.
El simposio se realiza con el objetivo de estimular la investigación y discusión pública en torno a la historieta en México y el manga en Japón, así como propiciar un diálogo entre ambos países.
El filósofo, profesor, investigador, sociólogo y escritor Armando Bartra compartió al público datos novedosos de la historieta mexicana, destacando que fue gracias a este género que los mexicanos aprendieron realmente a leer y quienes sabían, practicar su lectura.
“La gente quería conocer historias, narraciones, algo que sustituyera los cuentos que le contaba la abuela, los corridos o leyendas. Fue la historieta de los años treinta, cuarenta, cincuenta la que le dio qué leer al pueblo mexicano de forma masiva o multitudinaria”.
El profesor también compartió que la historieta Pepín fue una de las más leídas en México ya que tiraba en su mejor momento 500 mil ejemplares, lo que masificó su lectura, y también que no sólo era leída por quien la compraba, sino por sus hermanos, padres, tíos e incluso amigos, lo que hacía que un ejemplar tuviera hasta 10 lecturas.
“La gente leía mucho entonces, no sólo era Pepín, también Chamaco, Paquito, es decir, estaban leyendo dos o tres historietas y no se la pasaban con la tablet como ahorita, sino con la revista. El lector de historietas como el que va al cine, escucha música o la radio era un lector crítico, activo y que reflexionaba sobre lo que estaba leyendo”.
Finalmente, expuso que el triunfo de la historieta no se vio reflejado en los editores y autores, sino en que se sigue leyendo y en la trascendencia de los personajes a lo largo de los años, “porque ellos podían hacer más que los que los dibujan, escriben o editan. Además de que los personajes no caminan solos, van de la mano de su lector”.
Mientras que Irvin Calderón, especialista en historia universal y en estudios de historieta, presentó la ponencia “Adelita y las guerillas. Una mujer pos revolucionaria”.
En ella abordó cómo José G. Cruz creó (en 1936) la historieta Adelita y las guerrillas que fue protagonizada por las adelitas o soldaderas (mujeres que lucharon y participaron en la Revolución Mexicana).
En su ponencia explicó que estas jóvenes fueron reflejadas en la historieta (en sus inicios) como mujeres fuertes y una pieza fundamental dentro de los combates y que conforme pasó el tiempo, sufrieron un proceso de idealización en el cual su figura es vista desde una mirada paternalista, es decir, como una mujer valiente pero muy delicada.
El especialista agregó que la historieta de Adelita y las guerrillas también tuvo un fuerte impacto porque aborda de forma evidente acciones con connotaciones sexuales.
“A veces tenía peleas con tintes homoeróticos y eso es importante destacarlo porque el sexo y el morbo vende. Los lectores de estas historietas no sólo eran niños, sino hombres adultos que buscan en las páginas algo más que entretenimiento, una satisfacción erótica o sexual”.
Finalmente, destacó que José G. Cruz lejos de recrear con verosimilitud a la Adelita, lo que hizo fue retratar a una mujer moderna que insertó atinadamente en un escenario reconocido y con el que cualquier mexicano puede conectar, “es decir, que el castigo para cualquier mujer moderna e independiente es ser reducida a la condición más tradicional del género femenino: regresar a ser ama de casa”.
Finalmente, Rubén Soto, director del Museo de la Caricatura y la Historieta Joaquín Cervantes Bassoco, presentó la ponencia “Joaquín Cervantes Bassoco pilar de la historieta mexicana”.
que realizó con el objetivo de difundir la obra del autor y editor de cómics, y rendirle un homenaje en el centenario de su nacimiento.
El especialista comentó que este texto permitirá al lector descubrir imágenes inéditas de sus obras, textos que describen su proceso creativo, su inspiración, su gusto por los deportes y la música, y sus apuntes de cómo creó su historieta Wama. El Hijo de la Luna.
Agregó que en el libro también se encontrarán sus personajes que van a ser famosos en los sesenta, como la mujer pájaro, mujer león y mujeres cebras, además de sus bocetos y los carteles para las presentaciones de sus historietas.
“En este texto veremos cómo Joaquín Cervantes Bassoco vive toda la etapa de la historieta mexicana, está en los diarios en la época de oro del 40 y 50, donde nacen las nuevas editoriales y la de los 60 que es donde invade la historieta mexicana Sudamérica y España.
“Entonces verán que él fue uno de los pilares, uno de los tesoros que necesitamos descubrir porque son personas que crean sus historias y las dibujan. Mientras no luchemos porque la historieta mexicana se declare Patrimonio Cultural de México vamos a perder todo este tesoro”.
El Simposio Internacional Historieta, Manga y Cultura Popular: México y Japón a través de la Cultura Popular Contemporánea se realizará hasta el 4 de febrero. Más información en: http://www.bibliotecavasconcelos.gob.mx/detalle-actividad/?id=185599.
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