Falcotitlan : PLÁSTICO

Hugo Alberto Falcón Páez 



Contra reloj y marea, el plástico nos inunda, nos ahoga, nos mata. 



La sustancia del plástico procede de recursos naturales como el gas natural, sal común, carbón y petróleo, son monómeros las piezas fundamentales en la estructura del plástico, moléculas de carbono e hidrógeno y la unión de éstos son un polímero. Hay dos tipos, los termoplásticos, que no sufren cambios en su composición química durante el calentamiento, se pueden calentar y moldear cuantas veces se quiera. Tal como el polietileno, polipropileno, poliestireno, poliestireno expandido, policloruro de vinilo, entre otros. Los termoestables, que sufren cambios químicos cuando se moldean por el calor, y después ya no pueden modificar su forma. Como las resinas epoxídicas, resinas fenólicas y amídicas, y los poliuretanos. Todos ellos son duraderos, resistentes, baratos, livianos y versátiles. Hay siete plásticos principalmente que han inundado nuestro planeta, todo por no prevenir, no legislar y no educar, carecemos de una cultura del reciclaje y el saber reusar estos elementos. Se encuentra el PET (Tereftalato de Polietileno), el HDPE (Polietileno de alta densidad), el PVC (Polivinilo), el LDPE (Polietileno de baja densidad), el PP (Polipropileno), el PS (Poliestireno), y otros plásticos y materiales compuestos. 

La producción del plástico inició en 1950 y se han “regado” al mundo mucho más de ocho mil millones de toneladas de plástico. Eso representa unos mil millones de elefantes o 50 millones de ballenas azules. Se ha incrementado un 500 por ciento desde 1980, lo cual representa un 90 por ciento de la contaminación de los océanos. Sin embargo, la mayor parte yace en la superficie, afectando a los países en desarrollo, pues son los consumidores por excelencia y los peores en diseñar e instalar sistemas de saneamiento y reciclaje. 

El pasado 3 de julio, fue el Día Internacional sin Bolsas Plásticas, y en Latinoamérica, sólo un par de países han elevado sus medidas para prohibir y anular el plástico. Chile y Perú son punta de lanza en procesos de reciclaje, así como de reutilización. Han avanzado en ese tema, y su plan es que en tres años eliminen los cubiertos de plásticos y envases. Los chilenos generan más basura que cualquier otro, pero la imaginación de sus ciudadanos, y la disposición, los ha elevado a una cultura sin precedentes. Pues son casi más de 50 kilos de residuos sólidos por persona anual. Hay más de 70 vertederos ilegales en la región metropolitana, muy cerca de los ríos y el mar. Por ejemplo, en Chile sólo el 8 por ciento de plástico se recicla. Para ello un consejo que debe ser tendencia, es elegir materiales tradicionales como el metal, cristal, piedra, cerámica o cristal. 

Recordando que National Geographic en su formato revista, a través de una iniciativa aplicada en todo el mundo, eliminó el plástico del sobre que contiene dicho producto mensual a los suscriptores. Ya que como anotan en la caratula de la primera edición que prescindieron de ese embalaje, “ocho millones de toneladas de plástico acaban en el océano cada año”. Y remataron con el hashtag: #planetaplastico. Los popotes han afectado la existencia marina y acuática, ya que tarda de 500 a 800 años en desintegrarse, como el PET, que es más peligroso, ya que el periodo para descomponerse es de hasta mil años. 

Aunado a este mal del siglo, los microplásticos y nanoplásticos están en el aire, en el agua, y toda criatura de los mares o tierra se alimenta, se han embonado en la cadena alimenticia, incluyéndonos. Las primeras víctimas son los peces, crustáceos, tortugas. Hace falta transmutar la educación no formal, informal y formal a una forma de vivir, requerimos mentes que inventen un nuevo mundo benevolente. Porque de cierta manera, sólo así habrá mancomunidad con las especies y la naturaleza, con nosotros y con el futuro de la raza humana. 


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