Miles de millones de personas en el mundo se quedarán sin acceso a servicios seguros de agua potable, saneamiento e higiene en el hogar antes de 2030, a menos que el índice de progreso se multiplique por cuatro, indicó este jueves 1 un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef.
Esa carencia precede a la covid-19 porque “incluso antes de la pandemia millones de niños y familias ya estaban sufriendo debido a la falta de agua limpia, saneamiento y un lugar donde lavarse las manos”, señaló Henrietta Fore, directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La covid, según el reporte, puso de relieve la necesidad urgente de garantizar que todo el mundo tenga acceso al menos a una higiene de manos adecuada: cuando comenzó la pandemia, tres de cada 10 personas del mundo no podían lavarse las manos con agua y jabón en sus hogares.
El informe “Progresos en materia de agua para el consumo, el saneamiento y la higiene en los hogares”, de OMS-Unicef, presentó estimaciones de acceso de los hogares a servicios de agua potable, saneamiento e higiene gestionados de manera segura a lo largo de los últimos cinco años.
En 2020, alrededor de una de cada cuatro personas carecía de una fuente de agua potable gestionada de modo seguro en su hogar, y casi la mitad de la población mundial no tenía acceso a servicios de saneamiento gestionados de esa manera.
“Llegó la hora de acelerar drásticamente nuestros esfuerzos a fin de atender las necesidades más básicas de los niños y las familias, y proteger su salud y su bienestar a través de, entre otras medidas, la lucha contra enfermedades contagiosas como la covid-19”: Henrietta Fore.
Esas carencias contrastaron con el avance de la actual pandemia y al respecto Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, recordó que “lavarse las manos es una de las formas más efectivas de evitar la transmisión de la covid-19 y de otras enfermedades infecciosas”.
“Sin embargo, en el mundo hay millones de personas que no tienen acceso a una fuente de agua potable segura”, por lo que “las inversiones en agua, saneamiento e higiene deben ser una prioridad mundial si queremos ponerle fin a esta pandemia y crear sistemas de salud más resilientes”, dijo Tedros.
El informe indica que se han registrado algunos avances para conseguir un acceso universal a los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene, pues entre 2016 y 2020 el porcentaje de la población mundial que disponía de una fuente de agua potable gestionada de manera segura en su hogar aumentó de 70 a 74 por ciento.
Los servicios de saneamiento gestionados de modo seguro aumentaron de 47 a 54 por ciento, y las instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón de 67 a 71 por ciento entre los 7800 millones de habitantes del planeta.
También en 2020 por primera vez más personas utilizaron servicios de saneamiento mejorados sobre el terreno (como letrinas de pozo y tanques sépticos, que pueden contener y tratar los residuos de manera efectiva) que conexiones de alcantarillado.
Pero de acuerdo con las tendencias actuales, hacia 2030 solo 81 por ciento de la población mundial tendrá acceso a agua potable salubre en su hogar, un bien del que no podrán disfrutar 1600 millones de personas.
Solo 67 por ciento dispondrá de servicios de saneamiento adecuados, pero carecerán de ellos 2800 millones de personas, y solo 78 por ciento contará con instalaciones básicas para lavarse las manos, lo que significa que 1900 millones de personas no tendrán acceso a ellas.
El informe recoge “las profundas desigualdades que afectan especialmente a los niños y las familias vulnerables”, y asegura que conseguir el acceso universal a fuentes de agua potable gestionadas de manera segura antes de 2030 requiere “multiplicar por 10 el índice actual de progreso en los países menos adelantados”.
En los contextos frágiles en los que existe el doble de probabilidades de que la gente no tenga acceso a agua potable salubre, ese índice debería multiplicarse por 23.
“A pesar de los increíbles avances que se han registrado hasta la fecha para ampliar estos servicios que salvan vidas, las alarmantes y crecientes necesidades siguen superando nuestra capacidad de respuesta”, dijo Fore.
Otros datos del reporte indican que ocho de cada 10 personas que carecían de acceso a servicios básicos de abastecimiento de agua vivían en zonas rurales, y los servicios seguros de saneamiento llegaron a 62 por ciento de la población urbana mundial, pero solo a 44 % de la rural.
En África subsahariana se registra el índice de progreso más lento del mundo. Apenas 54 por ciento de la población utilizaba agua potable salubre, y solo 25 por ciento de la que se encontraba en contextos frágiles.
Los últimos datos sobre la salud menstrual revelaron que, en muchos países, una proporción significativa de mujeres y niñas no pueden atender sus necesidades de salud menstrual. Las diferencias más notables se dan entre los grupos vulnerables, como las niñas pobres y las que tienen discapacidad.
El informe afirma que para ampliar la cobertura en estas áreas será preciso darle prioridad en los niveles más altos de la adopción de decisiones por parte de los organismos internacionales, los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado.
Para la directora de Unicef “llegó la hora de acelerar drásticamente nuestros esfuerzos a fin de atender las necesidades más básicas de los niños y las familias, y proteger su salud y su bienestar a través de, entre otras medidas, la lucha contra enfermedades contagiosas como la covid-19”.
FUENTE: ONU
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