El mundo en llamas



 Por Paula Jimena Soto Cruz


Durante los últimos meses las noticias sobre incendios han conmocionado a México y el mundo. En las últimas semanas, varios incendios han causado graves daños en gran parte de América del Norte y del Sur, en la meseta africana, en el norte de la Península Arábiga y en la costa mediterránea en países como Italia, España, Grecia y Turquía. También en Asia se han detectado incendios en las costas de la India y en la región rusa de Siberia, China, Malasia e Indonesia.

Si bien los ecosistemas necesitan del fuego, los humanos han alterado el régimen natural del fuego en estos ecosistemas. Existen muchos factores que aumentan el riesgo de incendios, como lo pueden ser las temporadas de sequía (acumulación de combustible orgánico seco en los bosques/selvas), descargas eléctricas y erupciones volcánicas, sin embargo, el 99 por ciento es provocado por prácticas realizadas por los seres humanos como lo es el aumento de temperatura y también, en México particularmente, se realizan quemas de terrenos para siembra y pastoreo, esto con el motivo de recuperar la fertilidad de la tierra, sin embargo, es una de las mayores amenazas de los bosques, ya que si no se da la supervisión adecuada el fuego tiende a esparcirse. Pero sin duda, la causa y consecuencia principal de este fenómeno es el cambio climático, producto de la falta de educación ambiental.

Esto representa un daño muchas veces irreparable para la riqueza forestal, así como para la flora y fauna, lo cual causa desequilibrios en la biodiversidad, ecosistema y ecología de una región y de la naturaleza en general, acelerando el cambio climático. Ante el avance del cambio climático, los incendios queman más masa forestal y esto genera entornos más secos y propicios para la ocurrencia de estos devastadores eventos.

Las temporadas de incendios se han vuelto más extremas, más largas y comunes, y la extinción de estos es cada vez más complicada. Se calcinan lugares que no solían incendiarse y, además, se ha observado que en las áreas afectadas por el fuego se puede incrementar la erosión del suelo, pues al no tener esa cobertura vegetal que lo protege del impacto de la lluvia, podrían propiciarse, entre otras cosas, inundaciones en las partes más bajas.

Cabe mencionar que un incendio de gran magnitud tiene afectaciones directas tanto en la naturaleza como en la vida de los humanos ya que modifica la calidad del aire y genera gases de efecto invernadero provocando un aumento de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y alergias, así como pérdidas económicas por daños materiales, escasez de recursos y en el peor de los casos desplazamiento forzado, heridos y lamentablemente fallecidos.

Este miércoles 01 de septiembre, la Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó una advertencia sobre el clima de la Tierra ya que los desastres naturales causados por el calentamiento global se han quintuplicado en el transcurso de las últimas décadas. La humanidad ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra, lo que ha generado cambios rápidos y generalizados en el planeta.

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en coordinación con la Conafor, en lo que va del año, la superficie afectada por incendios forestales aumentó un 67% que en 2020; de enero a mayo, la temperatura aumentó 1.2% que el año pasado en el mismo periodo. En México, de acuerdo con el reporte de la Conafor, las entidades federativas con la mayor superficie afectada son Guerrero (75 mil 667 hectáreas), Durango (57 mil 061) y Chihuahua (43 mil 232), seguido de Nayarit (33 mil 412), Chiapas (33 mil 327), Nuevo León (32 mil 718), Michoacán (26 mil 837), Oaxaca (26 mil 204), Estado de México (15 mil 246) y Tamaulipas (13 mil 391), que en conjunto representan el 80% del territorio nacional. De 1970 al 2020 se presentaron en promedio un total de 7,072 incendios y en este periodo, destacan los años de 1998, 2011 y 2017 como los más críticos en cuanto a la superficie con presencia de incendios forestales debido al fenómeno de La Niña.

Es importantísimo seguir las recomendaciones para disminuir el riesgo de un incendio, como lo es apagar y depositar las colillas de cigarro en la basura, no dejar vidrios debido al efecto lupa que pueden producir con la luz del sol, hacer brechas cortafuego, poda de árboles, apagar correctamente una fogata y respetar el medio en el que te encuentras.

De acuerdo con la ley de desarrollo forestal sustentable la sanción para quien provoque un incendio forestal va desde los $13,443 MXN hasta los $2millones 688,600 MXN, dependiendo del nivel de responsabilidad. Esta sanción no es sólo para quienes inician el fuego de manera intencional, también se penaliza a quienes realizan quemas de terrenos agropecuarios de manera negligente.

En general, lo que estamos viviendo es totalmente congruente con nuestras acciones como residentes de este planeta. Hay evidencia de cambios extremos en el clima, como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y aumento de ciclones tropicales intensos, por lo que es urgente realizar actividades educativas para concientizar a la sociedad sobre el buen uso del fuego, así como implementar reglamentos, leyes y programas de manejo de fuego en áreas naturales protegidas, así como dar aviso a las autoridades competentes si detectas alguno.

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