“La humanidad está hoy en ebullición”, dijo a los periodistas el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, mientras el mundo asimilaba los datos oficiales que confirman que este julio es el mes más caluroso jamás documentado.
Ello incluye el periodo de tres semanas más caluroso jamás registrado, tres días más calurosos jamás registrados y las temperaturas oceánicas más altas de la historia para esta época del año. Trabajadores, niños y familias de todo el mundo han sentido el efecto «abrasador» del cruel verano boreal mientras luchan por respirar y soportar el calor, dijo Guterres.
“Las consecuencias son claras y trágicas”, remarcó el secretario general, en su imprevista comparecencia ante los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York con el objetivo de remarcar la necesidad de que los humanos y sus líderes tomen en serio “la urgencia” de atender la crisis climática.
«La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado”: António Guterres.
“Para los científicos, es inequívoco que la culpa es del ser humano. Todo esto es totalmente coherente con las predicciones y repetidas advertencias. La única sorpresa es la velocidad del cambio”, remarcó el máximo responsable de la ONU.
Insistió en que «el cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es apenas el comienzo»
«La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado”, puntualizó con dramatismo.
Guterres consideró que la inacción y las excusas “son inaceptables”, ante un planeta que se abrasa. Para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados C, es necesario acelerar la acción para la contención climática. Esto es especialmente cierto para las mayores economías del mundo, dijo.
“Los líderes, y en particular los países del G20 (Grupo de los 20) responsables de 80 % de las emisiones mundiales, deben dar un paso al frente en favor de la acción climática y la justicia climática”, afirmó el secretario general.
Para alcanzar este objetivo, Guterres pidió a los países del Norte industrial que aspiren a cero emisiones para 2040. Las economías emergentes deberían alcanzar el mismo objetivo para 2050 con el apoyo de los países desarrollados.
También instó a empresas, ciudades, regiones e instituciones financieras a crear planes creíbles para la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables.
“No más lavado verde, no más engaños, y no más distorsión abusiva de las leyes antimonopolio para sabotear las alianzas neto cero”, dijo Guterres.
Cuando se le preguntó cómo pensaba responsabilizar a los países de la acción por el clima, Guterres dijo que solo podrían acudir a la Cumbre de Acción por el Clima, que ha convocado para el 20 de septiembre en Nueva York, aquellos que hubieran asumido compromisos claros.
También advirtió a los países que protejan a su población de los fenómenos meteorológicos extremos, que se están convirtiendo en la norma. Señaló que esta carga recae especialmente sobre los países en desarrollo y las pequeñas naciones insulares.
“Los países que se encuentran en primera línea, que son los que menos han contribuido a provocar la crisis y los que menos recursos tienen para hacerle frente, deben contar con el apoyo necesario para ello”, afirmó.
La financiación de los esfuerzos de protección del ambiente también sigue siendo insuficiente, a juicio del secretario general.
Guterres expresó su preocupación por el hecho de que solo dos países del Grupo de los 7 (G7) de los países más ricos, Canadá y Alemania, se hayan comprometido a reponer sus Fondos Verdes para el Clima.
En ese punto, pidió cambios drásticos en el sistema de financiación mundial que apoya la acción por el clima.
“El cambio climático ya está aquí. Es aterrador. Y es solo el principio. La era del calentamiento global ha terminado, y ha llegado la era de la ebullición global”, dijo Guterres.
Y concluyó: “ Debemos convertir un año de calor abrasador en un año de ambición abrasadora y acelerar ya la acción por el clima”.
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